Amor sincrético
Tu…
Tan ajena, tan lejana,
y aun así, la más cercana y anhelada
conexión desde hace tiempo.
Mi tan meditado amor sincrético.
Mi romance en potencia:
mi pasión musical
y encuentros con elocuencia.
¿Pero a qué me refiero?
¿Qué es lo que ilusoriamente pienso está sucediendo?
Pues por tanta rumiación
con la idea del amor pleno y bello,
por ese círculo vicioso
de desarrollar el sincretismo del amor,
su influjo termino por proyectarse
convirtiéndome en amante,
y consecuentemente,
declarándote mi amada.
Tanta teoría del amor,
tantos diálogos de Agatón, Fedro, Sócrates.
Tanto indagar en la filosofía
de una Grecia fantasiosa y su elogio a Eros,
que mi ser te detecto como una Diosa:
pues posees una fuerte voluntad,
eres pensante, eres hermosa;
como alguien con quien
podría poseer al daemon del amor,
y rozar en lo romántico y quasidivino.
¿De qué sirve conocer el arte de amar,
si no es llevado a la práctica?
¿De qué sirve un dominio teórico
si no es experimentado?
Pues acepto la separatidad
que, bien, podría causar mi soledad
y a pesar de sentirme libre y pleno,
es tan alta la atracción que causas en mi ser,
que mi pensamiento quiere compartirlo contigo.
Como quisiera llegar a conocerte
tanto como me conozco
pues me pareces tan interesante…
me atrae bastante tu forma de pensar
y lo mucho que llegará a desarrollarse
con el simple pasar del tiempo,
como un verso sin esfuerzo,
que no puedo evitar desearte.
Ni hablar de tu espiritualidad,
he sentido un aura radiante…
Aun no sé porque, ya hace años te deseaba,
si no te conocía, apenas de ti sabia
y ya te contemplaba a través de fotografías.
Pasando del suspiro digital
al esporádico encuentro,
adornándote con mándalas
cree un altar en mi templo
con el cual he meditado
y mucho me ha revelado.
En un estado psicodélico pasaste
de un mapa de datos en mi monitor
a realmente modificar mi comportamiento.
Pues pensarte se fue volviendo mi rutina,
y reconocerte lejos de mí
impulso mi resiliencia:
el resignarme y aceptarte
tan ajena, tan distante….
Tu…
Tan ajena y tan distante,
mi prototipo de amante.
Mi anhelo de amada,
mi pensamiento constante.
Mi compañera de odio,
saludable y embriagante
Tratamiento al mal de amor
y la separatidad sofocante.
Mi relación simbiótica
y sensualidad limitante.
Mi amor sincrético frustrado.
Mi amada… soy tu amante.